Hola amigos,
Hoy les comparto los 10 datos sobre la lactancia materna de la Organización Mundial de la Salud que
todos debemos tener en cuenta. Recuerden que le leche materna no es solo lo MEJOR que podemos brindarle a nuestros bebés, sino que es lo que DEBE SER, lo que nuestros bebés al ser humanos, deben consumir. Ningún producto por avanzado que sea, equipara las propiedades de la leche materna.
1. La OMS
recomienda vivamente la lactancia exclusivamente materna durante los primeros
seis meses de vida. Después debe complementarse con otros alimentos hasta los
dos años. Además:
ü debe
comenzar en la primera hora de vida;
ü debe
hacerse "a demanda", es decir, con la frecuencia que quiera el niño,
tanto de día como de noche, y
ü deben
evitarse los biberones y chupetes.
2. Beneficios
para la salud del lactante
La leche
materna es ideal para los recién nacidos y lactantes, pues les aporta todos los
nutrientes que necesitan para un desarrollo sano. Además es inocua y contiene
anticuerpos que ayudan a proteger al lactante de enfermedades frecuentes como
la diarrea y la neumonía, que son las dos causas principales de mortalidad
infantil en todo el mundo. La leche materna es fácil de conseguir y asequible,
lo cual ayuda a garantizar que el lactante tenga suficiente alimento.
3. Beneficios
para la madre
La
lactancia materna también beneficia a la madre. La lactancia exclusivamente
materna constituye un método natural (aunque no totalmente seguro) de control
de la natalidad (protección del 98% durante los primeros 6 meses siguientes al
parto). Además, reduce el riesgo de cáncer de mama y ovario en fases
posteriores de la vida, ayuda a las mujeres a recuperar más rápidamente su peso
anterior al embarazo y reduce las tasas de obesidad.
4. Beneficios
a largo plazo para el niño
Además de
los beneficios inmediatos para el niño, la lactancia materna contribuye a
mantener una buena salud durante toda la vida. Los adultos que de pequeños
tuvieron lactancia materna suelen tener una tensión arterial más baja, menos
colesterol y menores tasas de sobrepeso, obesidad y diabetes de tipo 2. También
hay datos que indican que las personas que tuvieron lactancia materna obtienen
mejores resultados en las pruebas de inteligencia.
5. ¿Por qué
no la leche artificial?
La leche
artificial no contiene los anticuerpos presentes en la leche materna, y cuando
no se prepara adecuadamente conlleva riesgos relacionados con el uso de agua
insalubre y material no estéril o con la posible presencia de bacterias en la
leche en polvo. Una dilución excesiva con el fin de ahorrar puede acabar
produciendo malnutrición. Por otro lado, las tomas frecuentes mantienen la
producción de leche materna y, en caso de que se utilice leche artificial pero
esta deje de estar disponible, puede resultar imposible volver a la lactancia
materna debido a la disminución de la producción materna.
6. La
lactancia materna y el VIH
Las mujeres
infectadas por el VIH pueden transmitir la infección a sus hijos durante el
embarazo, el parto o la lactancia materna. El tratamiento antirretrovírico de
la madre infectada o del lactante expuesto al VIH reduce el riesgo de
transmisión del virus durante la lactancia materna. Juntos, el tratamiento
antirretrovírico y la lactancia materna pueden mejorar significativamente la
probabilidad de supervivencia del lactante sin que se vea infectado por el VIH.
La OMS recomienda que las mujeres lactantes infectadas por el VIH reciban
antirretrovíricos y sigan las orientaciones de la OMS con respecto a la
lactancia materna y a la alimentación complementaria.
7. Reglamentación
de los sucedáneos de la leche materna
La Asamblea
de la Salud aprobó en 1981 un código internacional que ayuda a regular la
comercialización de sucedáneos de la leche materna, pero hasta ahora su
adopción por los países ha sido escasa. En el código se estipula que:
ü las
etiquetas y demás información sobre todas las leches artificiales dejen claros
los beneficios de la lactancia materna y los riesgos para la salud que
conllevan los sucedáneos;
ü no
haya actividades de promoción de los sucedáneos de la leche materna*;
ü no
se ofrezcan muestras gratuitas de los sucedáneos a las embarazadas, a las
madres ni a las familias *, y
ü no
se distribuyan los sucedáneos de forma gratuita o subsidiada entre los
trabajadores sanitarios ni en los centros sanitarios *.
*No se cumple en RD
8. El apoyo
a la madre es esencial
La
lactancia materna requiere aprendizaje y muchas mujeres tienen dificultades al
principio. Son frecuentes el dolor en el pezón y el temor a que la leche no sea
suficiente para mantener al niño. Para fomentarla, hay centros sanitarios que
prestan apoyo a la lactancia materna poniendo asesores cualificados a
disposición de las madres. Gracias a una iniciativa de la OMS y el UNICEF, en
la actualidad hay en 152 países más de 20 000 centros "amigos de los
niños" que prestan ese apoyo y contribuyen a mejorar la atención a las
madres y a los recién nacidos.
9. Lactancia
materna y trabajo
Muchas
mujeres que vuelven al trabajo tienen que suspender la lactancia exclusivamente
materna por falta de tiempo o de instalaciones adecuadas para amamantar o
extraerse y recoger la leche en el trabajo. Las madres necesitan tener en su
trabajo o cerca de él un lugar seguro, limpio y privado para que puedan seguir
amamantando a sus hijos. Algunas condiciones de trabajo pueden facilitar la
lactancia materna, como la baja por maternidad remunerada, el trabajo a tiempo
parcial, las guarderías en el lugar de trabajo, las instalaciones donde
amamantar o extraerse y recoger la leche, y las pausas para amamantar.
10. El paso
siguiente: la introducción progresiva de nuevos alimentos
Para cubrir
las necesidades crecientes de los niños a partir de los seis meses se deben
introducir nuevos alimentos sin interrumpir la lactancia materna. Los alimentos
para los niños pequeños pueden ser preparados especialmente para ellos o
basarse en la alimentación familiar con algunas modificaciones. La OMS destaca
que:
ü la
lactancia materna no debe reducirse al comenzar a introducir alimentos
complementarios;
ü los
alimentos complementarios deben administrarse con cuchara o taza, y no con
biberón;
ü los
alimentos deben ser inocuos y estar disponibles a nivel local, y
ü es
necesario bastante tiempo para que los niños pequeños aprendan a comer
alimentos sólidos.
Fuente: www.who.int
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