Cuando estaba embarazada de Montse, leí uno de tantos libros sobre lactancia. En esa época no conocía a la Liga de la Leche pero lo que leí de una autora colombiana, María Eugenia Carvajal de Guerrero en La alegría de amamantar , me preparó para concientizarme sobre la importancia de la lactancia desde el primer momento de contacto con mi bebé. Lo que siempre me preguntaba era hasta cuándo lo haría e incluso el libro decía que como todo, era libre albedrío de la madre y el bebé. Pero me seguía inquietando el tema. Al nacer Montse supe cada día la importancia del alimento que le daba a ella y la gente me preguntaba, ¿hasta cuándo? Y no sabía la respuesta. El tiempo fue pasando y para mí compartir con mi hija este momento, además de la nutrición, era una comunión de amor y bienestar que no tenía por qué tener fecha de vencimiento forzado. Recuerdo una amiga que vino de visita a Santo Domingo, se sorprendió porque mi hija, que en ese entonces tenía dos años y medio, aún comía t